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| Camino de la victoria en la categoría PWRC en México |
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| Campeón mundial Junior en el 2002 con el Saxo |
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| Con el Lancer WRC en el pasado Acrópolis |
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Tras la disputa de las tres primeras pruebas puntuables para el Mundial de Producción 2004, el líder del certamen es un piloto de sobra conocido para la afición española, el catalán Dani Solá.
Dani lidera el campeonato casi "sin querer" mientras simultanea sus participaciones en Producción, pilotando un EVO VIII de Mitsubishi Italia, con su auténtico objetivo del año, afianzarse como piloto oficial de WRC dentro de la escuadra japonesa.
Para llegar hasta aquí, prácticamente a un paso de cumplir su sueño de ser un piloto oficial disputando completo el campeonato del mundo, Dani ha tenido que trabajar duro, llevando a cabo una larga e impecable trayectoria que empezó en el año 96, cuando debutó en esa cantera de campeones que siempre ha sido el Volant RACC. Tras ser tercero en su primera temporada completa (1997), Solá arrasó en el 98 imponiéndose en las seis pruebas en las que tomó parte y llevándose, lógicamente, la general del certamen.
El salto al nivel nacional es el siguiente paso, siendo subcampeón del Trofeo Junior de la Copa Ibiza de Tierra en el 99. En el 2000 compagina el nacional de asfalto y el de tierra, teniendo ya su primera experiencia con un WRC, un Seat Córdoba, vehículo con el que conseguirá sus primeras victorias en el Campeonato de España de tierra en el 2001, mientras sigue despuntando también en asfalto, proclamándose campeón de la categoría F3 con un Saxo Kit Car.
Desde entonces, la progresión de Solá está siendo imparable y ya a nivel mundial. Su triunfal temporada 2002, en la que se impone en el Mundial Junior pilotando un Saxo S1600, y sus buenas actuaciones durante todo el 2003, tanto en la categoría Producción con un EVO, como en WRC con un Xsara privado, le abren las puerta del equipo oficial Mitsubishi cara a la temporada 2004.
El nuevo Lancer WRC no se está mostrando, de momento, ni fiable ni muy competitivo, pero para Dani se trata de una ocasión única de demostrar su capacidad como piloto. Y, mientras tanto, si el título de Producción se pone a tiro ¡seguro que no lo va a dejar escapar!
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